Contrario de lo que pudieras pensar, el fuego fue solo el detonador de todo lo que vendría después, pero no fue la peor parte. Mi vida ha tenido momentos muy difíciles que algunos podrían parecerte increíbles, sin embargo, te aseguro que muchos de ellos, cuando los relato en mi libro Peor que tú, mejor que todos, me quedo corto, porque las palabras no alcanzan a capturar la sensación que tenía en ese momento, ni el dolor, ni tampoco la plenitud de las alegrías.
Hoy en día la medicina ha avanzado mucho, sin embargo, existen riesgos muy altos al entrar a un quirófano, porque allí no sabes exactamente qué es lo que va a pasar; a pesar de que yo me preocupaba mucho por saber en qué consistía cada intervención, la realidad es que existen muchos factores que hacen que las operaciones y sus resultados sean inciertos, o sea, una cosa es el plan que hay, otra muy distinta la realidad, que en la mayoría de los casos puede ser aterradora o mucho más amable de lo que pensamos al principio.
La incertidumbre es terrible, se requiere de mucho carácter y seguridad personal para poder enfrentarla, porque a veces nuestra mente juega con nosotros, hace que veamos las cosas mucho más grandes, pesadas o difíciles de lo que en realidad son. ¿A qué me refiero?, muchas veces pensamos que puede suceder algo muy grave, que los resultados van a ser negativos o que la venta no se va a lograr, sin embargo, en la realidad, esas preocupaciones no necesariamente se cumplen.
No saber qué va a pasar es mucho peor que el fuego, la cabeza se nos vuela, lo que debemos hacer es buscar alguna técnica que pueda ayudarnos a tranquilizarnos, a mirar las cosas con objetividad para saber hasta dónde nuestra preocupación es una exageración.
No se confunda esto con prevenir, la prevención es fundamental en la vida, no se diga en las empresas; yo diría que prevenir es ocuparse de los problemas antes de que sucedan.
Prevenir nos ayuda a que las preocupaciones y los problemas bajen, elimina de alguna manera la incertidumbre, o al menos la hace más manejable, pues nos permite trabajar en nuestra realidad y modificarla, no quedarnos en el error.
Por eso, cuando iba entrar a los quirófanos, me gustaba conocer la realidad de lo que podía pasar, preguntaba sobre los resultados que esperábamos y sobre los escenarios más catastróficos, pero sin que esto se convirtiera en en un motivo de sufrimiento. La única manera de prevenir en estos casos era tomando distintas opiniones de médicos para estar completamente seguro de que la intervención era necesaria y que todos los factores se estaban cuidando, aunque siempre estaba la posibilidad de no salir vivo.
Estoy seguro que hay alguna manera tú también podrías eliminar un poco de la incertidumbre, tratando de prevenir las cosas y haciendo a un lado las preocupaciones, que la mayor parte de las veces no serán la realidad.
