Para muchos allí hubiera acabado la vida, para mí no.
Mi vida empezó peor que tú, quizá no creas, pero si te digo que entré más de ochenta veces a un quirófano porque a los pocos meses de nacido sucedió un accidente terrible que cambió mi vida: un incendio espeluznante que provocó que mi casa se quemara y que yo tuviera quemaduras de tercero y cuarto grado; verás que no miento, que todo toque digo es completamente real y sin exageraciones, sobre todo en eso de que mi vida empezó mucho peor que la gran mayoría de las personas.
Y aunque para mucha gente allí acabaría la historia, no necesariamente porque hubieran muerto, sino porque hubiera sido muy difícil levantarse de eso, no lo fue para mí, toda esa experiencia hoy no es más que un recuerdo que me genera motivación y que no me provocó ningún trauma.
Y déjame decirte que el incendio no es la peor parte; lo peor de todo realmente es la incertidumbre del proceso de recuperación. Las más de ochenta veces que tuvieron que operarme o el tiempo que me pasaba encerrado en un hospital. De niño, miraba desde la ventana a otros niños disfrutar su vida con su familia, con sus amigos, mientras yo estaba encerrado, sufriendo tratamientos durísimos sin poder vivir la vida que me tocaba, con dolores terribles que ni la morfina podía controlar.
¿Tú qué estabas haciendo en esos primeros años de tu vida?
Todo esto no te lo digo para que sientas lástima, sino para que te des cuenta que no importa cuál sea tu historia ni qué tan difícil pueda parecer tu situación, siempre puedes lograr un cambio positivo.
Cuando tienes esas experiencias de vida solo tienes dos opciones o te vas para abajo y te llenas de traumas y de vicios o buscas tu propia superación personal, te vas para arriba y te conviertes en una persona exitosa.
Para mí no había alternativa, yo tenía un propósito de vida muy claro, me enfocaba en la resiliencia; después de todo ese sufrimiento me convertí en alguien autodidacta, hice todo lo necesario para tener un autoconocimiento absoluto, cuando tú te conoces a ti mismo puedes superar los problemas y enfrentar cualquier situación, pero si no te conoces, si no sabes lo que quieres, lo que te gusta o para que eres bueno pero también cuales son tus defectos, que es lo que no te gusta o conoces bien tus traumas, nunca vas a poderlos superar.
Para mí no había alternativa, yo tenía un propósito de vida muy claro, me enfocaba en la resiliencia; después de todo ese sufrimiento me convertí en alguien autodidacta, hice todo lo necesario para tener un autoconocimiento absoluto, cuando tú te conoces a ti mismo puedes superar los problemas y enfrentar cualquier situación, pero si no te conoces, si no sabes lo que quieres, lo que te gusta o para que eres bueno pero también cuales son tus defectos, que es lo que no te gusta o conoces bien tus traumas, nunca vas a poderlos superar.
Esa fue mi fórmula, desarrollar mi carácter, seguridad personal y autoestima.
Escribí este libro, para ayudar a las personas a lograr su transformación personal, y por eso se llama Peor que tú, mejor que todos. Realmente empecé mucho peor que la mayoría de las personas, con experiencias tan duras como la muerte, estuve muerto por algunos segundos, y ahora estoy mucho mejor que todos.